domingo, 18 de abril de 2010

¿Quienes llegan a los gobiernos?

¿Recuerdan ustedes quienes fueron sus delegados de clase? ¿Sus representantes en las asociaciones de alumnos? ¿Quienes son los dirigentes de su peña de fútbol, asociación cultural, etc.?

Podría seguir con estas preguntas para demostrar la idea de quien llega a cargo dirigente, con excepciones, suele ser un espécimen humano singular, frecuentemente del genero masculino.

A este dirigente o gobernante, sinónimos, si tenemos en cuenta que todo dirigente aspira a ser gobernante, le caracterizan una serie de cualidades. La primera de ellas es su capacidad de utilizar la palabra como medio de atracción. Si no se tiene un verbo eficaz, capaz de hipnotizar a los que escuchan, sin vacilaciones, con tono enérgico y tranquilo. Los que tienen una voz demasiado aflautada, grave, estridente, trémulo, adolescente, nasal, parece ser que lo tienen más difícil. Unos buenos ejemplos de voz serían Hugo Chaves, Fidel Castro, Felipe González, Esperanza Aguirre. En cambio, no cuadran en estos perfiles, gobernantes o dirigentes como Manuel Chávez, Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, María Teresa Fernández de la Vega, Gaspar Llamazares o Francisco Franco.

¿Entonces por qué puede haber dirigentes hoy en día que dan mítines y discursos en público que aburrirían al más pintado? En primer lugar, porque hay excelentes teloneros y magníficas puestas en imagen en los mítines, lo que calienta el ambiente, en segundo lugar, porque los incondicionales que van a estos mítines y congresos son capaces de aplaudir a una escoba con los colores del partido, ya que no existe la mas mínima capacidad crítica hacia los oradores. No hay silencios desaprobadores, ni carraspeos recriminadores, ni abandonos de la sala, nada. Si son los líderes todo es bueno. En tercer lugar, la capacidad de los medios visuales, fotografía y televisión, para presentar a los líderes perfectamente maquillados, vestidos y acicalados para obtener el mejor impacto ante los televidentes o los lectores de revistas. El juego de la luz y el color es fundamental para atraer simpatías. Lo sabemos todos por los preparativos de los debates televisivos. Como la seguridad en si mismo, que la voz no tiemble y sea ágil y convincente en la respuesta, permiten volcar la opinión favorable hacia un candidato o hacia otro. Como en todo, hay excepciones, y una muy significativa fue la del debate el 22 de febrero de 2002 entre el ministro socialista Solbes y el número dos de la lista del PP por Madrid Pizarro.

He aquí un comentario publicado en el Blog de Vicent Vercher http://vicentvercher.wordpress.com/
"Pizarro habla de crisis económica profunda y Solbes le tacha de demagogo y catastrofista
ALBERTO GRADOS. 21.02.2008 – 23:21h

Pedro Solbes y Manuel Pizarro se estrechan la mano antes del debate electoral sobre economía. (Bernardo Rodríguez / EFE).

•El ministro de Economía y el número dos del PP por Madrid abrieron los debates electorales en ‘Antena 3′.
Pizarro habló de recuperar “la confianza de los españoles” y Solbes quiso dar un mensaje de “tranquilidad”.
Pizarro propone “suprimir el ministerio de Vivienda” y Solbes aseguró que con el PP “peligran las políticas sociales”.
•Según el sondeo de la cadena, para el 47,4% de los espectadores ganó Solbes y para el 37% venció Pizarro. Para el 15%, no ganó ninguno.
"

Yo, que vi el debate, creía imposible que un Solbes maltrecho, con un ojo cerrado por una pequeña enfermedad, con una voz afónica, con un tono monocorde y sin pulsión, pudiera ganar ese debate, pero salí convencido de que lo había ganado, o mejor, que lo había perdido Pizarro.

¿Cuales fueron los errores de Pizarro?. Inseguridad en los datos, incapacidad para rebatir los que presentaba Solbes, a todas luces incorrectos, no dar golpes bajos, es decir "un verdadero pardillo de la política".

Solbes, en cambio, dió la imagen del herido que acude a la batalla por mor del cumplimiento del deber, aunque estaría mejor en la cama. Esto ya le atrajo simpatías. Pizarro, un pernicioso banquero, fue catastrofista, puso el futuro negro. Solbes, aun creyendo en lo que decía su oponente, o bien le arremetía con posibilismos demagogos, como decir, ante las críticas de Pizarro, que “la situación actual es mejor que hace cuatro años”. Se sirvió de estadísticas y gráficos para demostrar que España está teniendo un gran impulso económico. “Usted prefiere reducir los costes y yo prefiero gastar más en políticas sociales y quiero, sobre todo, que el equilibrio esté en los bolsillos de los españoles” (Entrecomillados de Alberto Grados en el artículo "Pizarro habla de crisis económica profunda y Solbes le tacha de demagogo y catastrofista").

En este caso no fueron los resultados como la ortodoxia parece mandar, pero de nuevo el secreto fue la imagen. No la buena imagen, sino la imágen que nos produjo en nuestra sensibilidad, no en nuestros ojos. De nuevo triunfó la voz. No la voz de orador americano, si no la voz del herido que lucha hasta la extenuación. Triunfaron las ideas esperanzadoras demagógicas. Un banquero, la derecha, no puede traer mejoras sociales, ya que son los bancos los que son parte de la crisis. Perdió la ingenuidad. Decir las verdades del barquero no significa llevar la razón, por que a lo mejor no gusta escucharlas. Faltó "punch", faltaron golpes bajos, faltó, pues, acervo político. El debate fue entre un político y un profesional cualificado. En estos casos siempre lo ganará el político. Y ésta es la conclusión de este artículo.

Los modos políticos.

¿Fue Séneca un gran político?. ¿Lo fueron Demóstenes, Fidias?, Quizás influyeron en el Poder Político, pero no fueron ni Nerón, Alejando Magno o Pericles.

Estos tres grandes dirigentes de la historia pueden servir de ejemplo como grandes corruptos, ambiciosos y que no dudaron en destruir su propio pueblo aún llevando la grandeza artística o histórica a su lado.

Si no admiramos más a Nerón que a los otros dos es por prejuicios cristianos, pero el mismísimo incendio de Roma permitió mejorar la ciudad y poder construir numerosos edificios que hoy en día admiramos en esa ciudad. Pericles robó el tesoro de la liga para poder terminar el Partenón, Alejandro llegó a los últimos confines sólo por ambición y vanidad, pero gracias a ello la cultura griega baño todo el Mediterráneo oriental.

¿Cómo llegan estos gobernantes a serlo?

Estos y los actuales, y todos los gobernantes del mundo llegan a través del asesinato político. Ya sea físico o relegando al oponente al ostracismo político.

Lo hizo Enrique II de Trastamara con Pedro I de Castilla, que a su vez, mató a dos de sus hermanos. Lo hizo Leovigildo con Hermengildo y con la ayuda de Recaredo. Lo hizo Elizabeth I de Inglaterra con su prima María Tudor, reina de Escocia, lo hicieron miles de reyes, aspirantes a reyes en todo el mundo, una vez por medio del engaño y la traición y otras veces por medio del enfrentamiento en el campo de batalla. Es pues, el asesinato del adversario la principal idea que mantiene en su cabeza el que aspira a gobernar, sea lo que sea.

En la actualidad, en algunos países que parecen más civilizados y democráticos, esto se consigue mediante los apoyos de parte de tu partido o grupo. La muerte no es física sino política pero es concluyente. Recordemos como han actuado Gallardón y Esperanza Aguirre, Jose Rodríguez de la Borbolla y Manuel Chavez, Gaspar Zarrías y Monteseirín, etc. etc.

Así pues, quien llega a lo alto de la directiva política, e incluso empresarial, ha dejado a su paso una elevada cantidad de cadáveres políticos. Esto pasa desde la universidad a los hospitales, y no dudo que en las propias iglesias cristianas (que son las que conozco en estructura).

¿Y quienes son los que llegan tan alto?. ¿¿¿Los que tienen más experiencia, mejores curriculos, mejores expedientes, los especialistas, los filósofos, profesores, los mejores médicos, arquitectos, ingenieros, economistas???. ¡NO!, sino los que más han sido capaces de convencer a otros para que les apoyen, les preparen el camino y eliminen a los que como él aspiraban a dirigir pero no dominaron suficientemente el arte de aniquilar al adversario.

Entonces ¿Quienes llegan a lo alto de los gobiernos? Pues, por ejemplo, a Ministro de Economía, alguien que no ha trabajado en una empresa, Ministra del Ejercito a quien no ha sido nunca soldado, Ministro de Agricultura a quien no ha visto el campo salvo en los picnics en un pinar, ministro de trabajo a quien no ha trabajado nunca o a sido un simple funcionario, a director de una televisión pública a alguien que no tiene ni experiencia o ni siquiera la carrera de periodismo. ¿Es que estos dirigentes no tuvieron en sus respectivas promociones personas más capaces?. Puede que sí, pero o son cadáveres políticos o no han querido ser asesinos políticos. Parece que sería ideal una aristocracia en el sentido literal del término. Un grupo de los mejores, que no llegaran por los actuales accesos a la política si no por ser los
mejores profesionales.

¡Que ingenuo! Si eso ya sucede. A la política llegan los mejores profesionales ... de la política, of course.

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